Siempre me llama la atención el comportamiento de las madres que están casando a sus hijas. Por lo general, el error que cometen las madres es que se proyectan en la novia y se crea como una rivalidad inconsciente entre ambas. La mama de la novia saca su instinto de madre y quiere destacarse al máximo pues ¡Error! Se casa es la hija, no la mama, así que la extravagancia y el intento de Elizabeth II ¡no! Con esos kilos de tafetanes y chales en tonos estridentes y además con el rebordeado de lentejuelas. Too much.
Lo ideal para una señora que esta casando a su hija es un vestido columna, en una tela de seda o con una caída liviana, en encaje o torchón perfecto, que destaque mas la personalidad de la mujer. Tonos más favorecedores son los amatistas, esmeraldas, magenta, azul noche, gris o amarillo imperial, que se ven totalmente regios. Si no se tiene una silueta delgada es importante que se destaquen aquellas partes que están bien. Hay que tener cuidado con los brazos, si no se están en forma y también con los escotes. Es de mal gusto ese estilo de madre exhibicionista que quieren decir “mírenme… todavía soy una bomba sexy”
En cuanto al peinado, moño recogido, es perfecto y a toda prueba. Si no es de su gusto el moño, el pelo suelto en forma recta, que destaquen un bello rostro. No cometas, por favor, el gran error que cometen las mujeres, de llevar un moño abombado con risos a los lados de las orejas, y la pollina o mechas untadas de lacas liquidas que dan un aspecto absolutamente cursi.
En cuanto al maquillaje, es mejor dejarlo en manos de un profesional que le ayude a disimular los defectos y a realzar lo bellos de sus facciones. Por otra parte, mucho cuidado con las pestañas postizas, tratar de que no sean corridas, sino individuales, para espesarlas y agrandar la mirada. Una sección de botox unos días antes es ideal.
En cuanto los accesorios, bastante cuidado: una joya por compromiso n puede ocurrir, a menos que sea una joya que vaya acorde con el vestido. Existen accesorios en fantasía fina, que se ven muy modernos y dan mucha luz favoreciendo ampliamente. Una sortija grande imponente, se ve perfecta así como un súper collar, igual siempre tomando en cuanto que si llevas un súper collar, no llevar súper sarcillos, una de dos.
En relación con los zapatos, nunca forrarlos de la misma tela que el vestido. Lo ideal es que sean un color contraste.
Un cartera tipo sobre, que también haga contraste con el vestido. Balancear los colores con el resto del atuendo de manera de reflejar armonía, felicidad pero, sobre todo elegancia y sobriedad.
Recuerda, nunca un vestido blanco igual que la novia, ni vestido extravagante que pueda robar la atención de la novia. Siempre impecable, y bien elegante.
“La elegancia no es la prerrogativa de quienes recién escapan de la adolescencia sino de aquellos que ya han tomado posesión de su futuro” -CC
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